Amueblar una casa suele significar el inicio de una nueva etapa y, con frecuencia, la consecución del sueño de tener su vivienda. No obstante, algunos errores pueden acarrear múltiples problemas, por lo que le ofrecemos cinco sugerencias para evitar que amueblar su casa se convierta en una pesadilla.
Haga una lista
Hacer una lista de todo lo que necesitará para su nueva casa es la mejor manera de empezar a equiparla. Empiece por los muebles que se utilizarán con más frecuencia como el comedor, la cama, la cocina y el frigorífico. Después, sigue con los demás muebles y, complete su lista añadiendo los adornos.
Elabore un presupuesto y haga inventario de sus posesiones
Determine de cuánto dinero dispone para decorar su casa. Es crucial que tenga en cuenta sus muebles actuales a la hora de crear su presupuesto. Sin duda le serán útiles, tanto si ya los tenía como si se los regalaron en su anterior residencia. Determine la vida útil aproximada de los muebles y deshágase de las piezas que ya estén gastadas. Es mejor deshacerse de ellos y luego adquirir unos nuevos en lugar de llevarse a su nueva casa, cosas que al final tendrá que tirar.
Busque la utilidad
A la hora de comprar, tenga en cuenta su límite de gasto y la función prevista para cada mueble. Hay muebles que nos encantan visualmente, pero que no funcionan en la habitación porque son demasiado grandes o incómodos. Es crucial que busque otra solución y se resista a ceder a sus emociones. Con el tiempo descubrirá muebles que satisfagan sus necesidades tanto de estilo como de utilidad.
Tenlo especialmente en cuenta si intenta ahorrar espacio en una casa pequeña. Invierte en muebles que puedan servir para muchas cosas, como sofás cama o piezas convertibles.
Piense en la superficie
Tenga en cuenta el espacio del que dispone a la hora de elegir los muebles. Para no tener problemas a la hora de colocar los muebles, mida los espacios que piensa decorar.
Mide las zonas interiores, así como las entradas que utilizará para introducir los muebles. Así evitará imprevistos como que la cama no quepa por la puerta de la vivienda.